Desde que inició la pandemia nuestra asociación ha mantenido una serie de acciones dirigidas a apoyar a nuestros agremiados con todo lo que ha implicado la compleja situación que atraviesa el mundo por la presencia del Covid-19.
Agosto 2020
Por Carlos PalumboEl pasado 11 de marzo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunció que el coronavirus (covid-19) era una Pandemia.
El acelerado incremento de personas infectadas con el Covid-19, llevó a la OMS a declarar la pandemia a nivel mundial y a solicitar a los distintos Gobiernos del mundo a “a tomar medidas urgentes” para su contención. Pocos días después, el 16 de marzo, Venezuela inició una cuarentena total en todo su territorio.
La cuarenta ha implicado una serie de limitaciones para la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de empresas y comercios del país.
En tal sentido, nuestra asociación ha realizado una serie de trámites ante la administración pública para continuar dando soporte a nuestras empresas y comercios afiliados.
Sin dudas, una de las acciones más importantes que hemos desarrollado en los últimos meses ha sido articular con la Gobernación del Estado Miranda para tramitar salvoconductos.
En un principio las gestiones se orientaron a la colocación de combustible. Luego, los esfuerzos apuntaron a los salvoconductos para la movilidad de los vehículos de nuestras empresas agremiadas.
Esto ha implicado constantes reuniones virtuales con la Secretaria de Industria y Comercio de la Gobernación del Estado Miranda y con nuestros afiliados.
Estos encuentros son necesarios para poder por cumplir, por un lado con los requerimientos señalados por el Ejecutivo, pero también nos ha permitido hacer propuestas y dar a conocer las necesidades del sector productivo.
En efecto, hemos dado nuestras sugerencias y opiniones para que la situación coyuntural de la pandemia afecte lo menos posible a las empresas y comercios del país.
El confinamiento radical, el cual se ha extendido por varios meses, ha debilitado aún más al sector productivo. Es importante indicar, que nuestras empresas, a pesar de las actuales complicaciones, siguen produciendo para el beneficio de todos los ciudadanos y conservando puestos de trabajo.
No debemos dejar de señalar, que las empresas pertenecientes a Coindurbina, son vigilantes de implementar las medidas de bioseguridad necesarias, para la seguridad de trabajadores y clientes.
A pesar del confinamiento, Coindurbina ha mantenido su labor de apoyo a los afiliados. Continuamos nuestras gestiones en materia de seguridad, ambiente, movilidad y relación con distintas instancias de la administración pública.
En materia de seguridad, seguimos enlazando a nuestros afiliados con la Policía Municipal de Sucre a través de los distintos mecanismos creados en las mesas de trabajo que hemos desarrollado con dicha institución desde el año pasado.
En tal sentido, la constante revisión de los números telefónicos y los protocolos diseñados para actuar en caso de emergencias han funcionado.
Asimismo, hemos conversado con la Dirección General del Ven 911, ente adscrito al Ministerio de Interior y Justicia, para concluir la conexión entre nuestras cámaras y el centro de Monitoreo de dicha instancia.
Esto reforzará la vigilancia en la zona industrial de La Urbina. Es importante señalar que ya las cámaras de nuestra asociación están vinculadas a la sala situacional de la Policía Municipal de Sucre.
Igualmente seguimos atendiendo requerimientos de nuestros afiliados ante instancias municipales como por ejemplo el Servicio de Administración Tributaria (SEDAT) Instancia encargada del tema tributario en el Municipio Sucre. Asimismo, tenemos varios mecanismos de comunicación con el Instituto Municipal Autónomo de Protección y Saneamiento Ambiental de Sucre (Imapsas) para todo lo relacionado con la recolección de los desechos sólidos en el sector.
Parte del plan diseñado por el Ejecutivo Nacional para atender la situación de la pandemia ha sido prohibir el funcionamiento de ciertos comercios y empresas. Las compañías relacionadas con la elaboración y comercialización de productos de las áreas de la salud y los alimentos han sido exceptuadas de esta prohibición.
Sin embargo, nuestra asociación ha manifestado su preocupación por este mecanismo. La economía es un engranaje de varios sectores que se necesitan unos a otros.
Las empresas de alimentos, por citar un ejemplo, no son islas en el medio de la economía de un país. Requieren del soporte de muchos otras áreas para el desarrollo pleno de sus actividades.
Por ejemplo, necesitan de empresas del sector químico, responsables de componentes necesarios para la elaboración de los empaques.
Otro ejemplo: Las compañías de telecomunicaciones. La totalidad de la actividad productiva, requiere de su soporte.
Hasta ahora, la idea de permitir el funcionamiento de sectores económicos conexos a los priorizados, ha tenido buena acogida en la administración pública.
Sin embargo, existen otros aspectos que generan inquietud en el sector privado nacional. El país atraviesa una delicada situación económica. La nación no puede poner en riesgo millones de puestos de trabajo y miles de pequeñas empresas y comercios que no clasifican en el criterio de sector priorizado.
Los números son preocupantes. Desde el 2013 al 2019 el Producto Interno Bruto del país cayó alrededor de un 70%. Según estimaciones de La Confederación Venezolana de Industriales (CONINDUSTRIA) de continuar el esquema de limitar la apertura de todo el sector comercial e industrial del país, se ponen en riesgo alrededor de tres millones de empleos.
Resulta urgente una apertura total de la actividad comercial e industrial del país. Por supuesto, siguiendo todos los protocolos de bioseguridad que garanticen la seguridad de los trabajadores y el ciudadano en general.